Como primer paso en la inauguración de esta experiencia bloggera, creo necesario explicar el título tanto del blog como el de la primera entrada (ésta).
No voy a mentir, y confesaré que creo este blog como parte de un curso de formación. Nunca había pensado en escribir un blog, aunque me gusta escribir, pero a veces cuesta encontrar el punto de partida.
El mencionado curso es para la formación continua de profesorado, del cual formo parte. Este año, como consecuencia de la crisis, mi carrera ha virado un pelín y de repende me he encontrado como Blancanieves, en medio de un montón de "enanos" que cursan Educación Infantil, después de toda una vida laboral (5 ó 6 años) dedicada al entendimiento, educación y lidia de adolescentes imberbes a la vez que libidinosos e impertinentes.
Ahora me enfrento a unos seres que entiendo más bien poco, igual que ellos a mi; que la líbido que yo sepa (a dios gracias) no la tienen activa pero que tienen en común con los adolescentes la impertinencia y por supuesto la "imberbilidad". Lo que pasa es que esta impertinencia es diferente, son gritos que no vienen a cuento, en lugar de comentarios más o menos ingeniosos acerca del discurrir de la clase; es un pasme con las líneas que hay entre las baldosas, en lugar de ese pasme más discreto mirando al encerado aunque sin verlo; es un contacto con la teacher a toda costa, yo quiero estar a tu lado y tocarte los zapatos y el pelo y el jersey, en lugar de la mirada baja y vergonzosa cuando la teacher se cansa y lanza un comentario que por tocar más allá de la coraza de acné y fanfarronería asusta por su acierto. Es, en fin, reciclarse o morir, que dicen.
Sinceramente, no sé si llegaré a engancharme al blog o si se quedará en una simple tarea; tampoco creo que mis experiencias sean en demasía interesantes, pero de todas formas, si alguien entiende de psicología infantil y me dice como conseguir que 10 enanos presten atención durante dos minutos a Snow White-teacher in Wonderland- la clase, por favor, que venga en mi ayuda!
